miércoles, 24 de agosto de 2011

LAS SUSTANCIAS PSICOACTIVAS EN EL EMBARAZO

Introducción:
El intercambio de sustancias nutritivas entre la placenta y el feto se realiza a través de un órgano de forma tubular llamado Cordón Umbilical. Este paso de nutrientes se realiza gracias a un intercambio sanguíneo y por tanto deja también paso a todas aquellas sustancias tóxicas que estén presentes en la sangre materna como alcohol etílico, nicotina… etc.
Alcohol y embarazo:
El consumo de etanol durante el embarazo puede ocasionar un cuadro de problemas físicos, evolutivos y funcionales conocido como síndrome de alcoholismo fetal (SAF):
         Bajo peso al nacer
         Menor perímetro craneal
         Detraso del crecimiento y  desarrollo
         Disfunción orgánica
          Anomalías faciales: ojos de tamaño inferior al normal, mejillas aplanadas y surco nasolabial poco desarrollado.
         Falta de imaginación o curiosidad.
         Dificultades de aprendizaje: poca memoria, deficiente comprensión lingüística y escasa capacidad de resolución de problemas.
         Problemas de comportamiento: hiperactividad, retraimiento social, impulsividad y ansiedad.
         Malformaciones congénitas en comunicaciones intracardíacas y genitourinarias, desarrollo inadecuado de las trompas de Eustaquio.
         Problemas ópticos: atrofia óptica, ambliopía u ojo vago, el nistagmus (movimiento involuntario de los ojos) defectos de refracción.
Los niños con EAF (efectos del alcoholismo fetal) presentan los mismos síntomas, pero en menor grado y tienen menos probabilidades de presentar deficiencia mental.
El alcohol es especialmente peligroso durante el primer trimestre, coincidiendo con la fase embrionaria donde ejerce, según las hipótesis, un desequilibrio en la síntesis de prostanoides vasoactivos, provocando una vasoconstricción que desencadenaría una isquemia e hipoxia en los tejidos fetales con alta tasa de desarrollo.
Tabaco y embarazo
Mayor probabilidad de aparición de abortos espontáneos, un incremento de la mortalidad perinatal “muerte súbita del lactante”, bajo peso al nacer, mayor número de complicaciones durante el embarazo y el parto.
El paso de productos derivados del tabaco de la sangre materna a la fetal y el efecto directo del tabaco sobre la placenta se puede considerar como formas especiales de tabaquismo pasivo.
 Efectos:
         Deterioro de la función respiratoria que persistirá durante toda su vida, propensión a padecer asma.
         Riesgo de que el hijo expuesto  desarrolle diabetes tipo II.
En España el problema es serio, pues casi la tercera parte de las mujeres fuman durante su embarazo. Así mismo se recomienda a las no fumadoras que no se expongan pasivamente al humo.
Cocaína y embarazo
Durante los primeros meses, puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo. Más adelante, puede provocar el parto en forma prematura. También puede causar que el bebé sufra un ACV que puede conducir a daños cerebrales irreversibles. Los niños tienden a nacer con un menor peso y el perímetro cefálico es desproporcionadamente menor, además de alteraciones cardiorrespiratorias, especialmente, fases anormales de apnea.
Debido a las lesiones cerebrales, en niños:
         Hiperexcitabilidad.
         Trastornos de la personalidad y de la respuesta a estímulos ambientales.
         Retraso en el desarrollo cognitivo, en el lenguaje y en la memoria visuo-espacial.
En la edad adulta, mayor riesgo de padecer trastornos neuropsiquiátricos (Parkinson, depresión, esquizofrenia)
Un feto expuesto a la cocaína también puede sufrir los mismos efectos que se han descrito en los consumidores activos.
Cabe destacar que la cocaína además de por vía placentaria, también afecta en la lactancia, pues pasa a la leche materna, aunque sus efectos sobre el lactante no se conocen.
Las malformaciones congénitas son más frecuentes en hijos de varones que habían consumido cocaína en horas previas a la fecundación, y se vio que la cocaína tiene alta afinidad con la membrana de los espermatozoides.
Anfetaminas y drogas de diseño:
El uso de anfetaminas y drogas de diseño durante el embarazo pude producir retardo del crecimiento intrauterino,  malformaciones cardíacas y del paladar hendido durante el crecimiento fetal, además de poder causar abortos espontáneos, nacimientos prematuros y algunas veces problemas de aprendizaje.
Durante el periodo neonatal puede producir nerviosismo y problemas para dormir y comer. Los bebés también pueden mostrar más señales anormales neurológicas como temblores y demasiado o muy poco tono muscular; estos síntomas pueden durar varios meses.
Los síntomas de retraimiento generalmente  desaparecen en pocas semanas, pero podrá ser necesario que el bebé ingrese en la unidad de cuidados especiales para recién nacidos y permanezca allí durante un tiempo.
Algunos bebés sufren de problemas neurológicos. En algunos casos, estos síntomas desaparecen por sí solos pero estos bebés deberán participar en los programas escolares como estimulación infantil o terapia física.
Durante la lactancia, la dextroanfetamina y la metanfetamina sí pasan a la leche materna y se encuentran en el organismo y en la orina del bebé. No sabemos si esto le causa problemas al bebé; pero la Academia Americana de Pediatría recomienda que no se usen anfetaminas durante la lactancia.
Cannabis y embarazo:
El consumo de cannabis durante el embarazo, parece asociarse a una tasa más alta de prematuridad y de inmadurez fetal, o, al menos, de una menor edad gestacional en el momento del parto, así como de complicaciones obstétricas. Tambíen presentan bajo peso al nacer .
El consumo materno de cannabis influye negativamente sobre el test de Apgar y en los 2 ó 3 días que siguen al nacimiento es frecuente que presenten hiporreactividad a estímulos, irritabilidad, trastornos del sueño y un ligero retraso en la habilidad y en la memoria verbal a los 4 años de edad.
Los niños cuyas madres fumaron cannabis inmediatamente antes del embarazo, o durante éste, tienen un riesgo aumentado de desarrollar leucemias agudas.
El uso de la marihuana puede reducir la fertilidad en los hombres y las mujeres, haciendo más difícil la concepción.
Después del nacimiento, algunos de los bebés expuestos regularmente a la marihuana durante el embarazo pueden presentar síntomas de abstinencia. Por ejemplo, el llanto excesivo, los temblores y dificultades al dormir.
Cafeína y embarazo
Hay estudios que han detectado que el consumo de cafeína se asocia con bajo peso al nacer, no ha sido posible deslindar esta circunstancia de consumo de otras sustancias y de hábitos desfavorables de vida. Tampoco hay evidencia de que el consumo de cafeína durante el embarazo incremente el riesgo de malformaciones congénitas.
Drogas inhalables y embarazo
Inhalables, inhalantes o solventes: amplia gama de sustancias químicas caracterizadas por ser gases o líquidos volátiles de alta liposolubilidad por lo que se absorben rápidamente a través de los pulmones llegando as S.N.C y ocasionando efectos psicoactivos.
Con ciertas variaciones, todos los solventes orgánicos causan anomalías en los fetos.
La exposición al tolueno durante la gestación produce embiopatía toluénica o disfunción cerebelosa neonatal caracterizada por: microcefalia, micrognatia, labio leporino, retraso del desarrollo intelectual y físico, acidosis tubular renal  y otras malformaciones leves.
Además, el abuso del tolueno y algunos hidrocarburos alogenados durante el embarazo incrementa el riesgo de aborto espontáneo y prematuridad.
Opiáceos y embarazo
drogas sintéticas con efecto sedante y analgésico(ej: fentanilo, heroína, hidrocodona, metadona,etc.)La heroína es, de estas,  la que produce los efectos más graves sobre la madre y el feto.
Al ser la vía parenteral  utilizada para la autoadministración de heroína, los niños recién nacidos corren el riesgo de contraer de sus madres virus como el VIH o la hepatitis C, bien durante el parto o el embarazo. El parto por cesárea reduce el riesgo de adquirir ambas infecciones durante el parto.
El embarazo de una gestante heroinómana puede verse interrumpido por un aborto espontáneo o un parto pretérmino de un niño mas o menos prematuro o con retraso del crecimiento. Además son más frecuentes en estas mujeres la muerte fetal intraútero, la abruptio placentae o la preeclampsia.
Las mujeres heroinómanas gestates no deben dejar de consumir la droga de forma repentina ya que puede aumentar el riesgo de muerte del bebé, sino que se recomienda un tratamiento de mantenimiento con metadona.
Fármacos durante el embarazo
Se debe consultar al médico antes de tomar cualquier medicamento, pues afectan al feto de diferentes maneras, dependiendo de la etapa de desarrollo, el tipo y dosis del medicamento, y la tolerancia de la  madre a la droga.
Los fármacos administrados durante la fase de embrión matan al embrión o no lo afectan en absoluto.
El período de la organogénesis(entre 3ª y 8ª semana) es el más crítico en cuanto a producción de malformaciones.
Y los fármacos administrados tras la organogénesis, aunque es poco probable que produzcan malformaciones, pueden alterar el crecimiento de los órganos fetales normales.
Fármacos que no deben tomarse jamás en el embarazo, salvo por indicación médica estricta: Antineoplásicos (terapia para el cáncer), Talidomida Hormonas Fármacos tiroideos, Anticonvulsionantes, Vacunas con virus vivos, Antidiabéticos orales, Sedantes y analgésicos, Antibióticos.

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